A donde va la Inversión

Fuente: Instituto Nacional de Estadística

Dentro del debate mediático al que nos tiene acostumbrado la esfera política del país, destaca entre las pasadas jornadas cuando el Ministro de Economía destacaba que el mayor motor de la economía es la inversión estatal, ademas de expresar la falta de inversión en la esfera privada nacional; la replica no se dejaba esperar y se parafrasearon críticas como el clima de inseguridad jurídica que presuntamente vive el país.

Ahora bien, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, la inversión en 2011 ascendió al 19% en porcentaje del PIB, cifra que no se registraba en estos últimos 12 años; sin embargo inferior con las observadas durante el periodo de capitalización.
De toda forma, el escenario actual es totalmente diferente, de una participación estatal en la inversión que apenas alcanzo el umbral del 30% hasta finales del siglo pasado, a mas del 50% en los últimos seis años y  con un crecimiento promedio del 53,02% anual, evidencia claramente una mayor participación estatal en la esfera económica en concordancia con las apreciaciones del  Ministro Arce.

Muchos entendidos en la materia, justificarían que este proceso es resultado de un efecto desplazamiento o crowding out, donde el financiamiento estatal con crédito interno desplaza al inversión privada, aspecto que claramente se justifica en un escenario donde la totalidad de los recursos están plenamente empleados, claro esta que revisando cifras en el Sistema Financiero, existe una brecha entre Depósitos y Cartera de Bs16.399,- millones a diciembre de 2011, que dan cuenta de la existencia de recursos ociosos y mal administrados en la economía.

Dado este escenario, queda dejar la mirada en la esfera del sector privado, en vista de que en 2011 la inversión privada alcanzó al 8,4% en porcentaje del PIB frente al 10,5% de la inversión pública, tomando en cuenta que del total de la inversión privada la composición promedio es del 40% de inversión extranjera y 60% nacional, se puede deducir que la inversión domestica apenas alcanza el 4,8% del PIB; sin embargo, dicha participación es superior al promedio registrado en los últimos 12 años (3,8%), lo cual parece señalar que el comportamiento del sector privado doméstico en términos generales no fue diferente entre 1998 y 2012.

En definitiva estos diferentes comportamientos de los actores de la economía - público y domestico - pretenden reproducir - consciente o inconscientemente - el ciclo de la historia económica boliviana, donde tenemos en primera instancia una alta participación estatal en la economía (1970s y 1980s), posteriormente se busca que sea el sector privado doméstico el que impulse la economía (1986 - 1992) y en vista de que no resulta se pone la mirada sobre las inversiones extranjeras (1993 - 2001), reiniciando un nuevo ciclo no virtuoso. 

Por mucho que se cuestione la libertad económica - derechos de propiedad, libertad fiscal, niveles de regulación y la libertad para comerciar a nivel internacional - se debe sentar precedente de que se apunta en la misma dirección y no esperar que sea solo uno - privado o domestico - el que dirija el timón del barco, ya que la historia nos demostró que esta visión unipolar no es para nada sostenible.

Marcelo Laura