Cerro Rico de Potosí: Libertad de Elegir???

El Cerro Rico de Potosí, ostentó el sitial de mantener las arcas del viejo mundo, y de formar parte de una de las ciudades más pobladas en el planeta durante la colonia. Lejos de esa época de esplendor y gloria, hoy queda un cerro prácticamente despojado de la imagen imponente que sugería a todo aquel que visitaba la Villa Imperial, inundado de concesiones mineras sin instrumentales tecnológicos aceptables, además de la explotación a partir de su descubrimiento como yacimiento minero de forma indiscriminada.

Este monumento, lejos de la cualidad que le otorgó la UNESCO  como patrimonio de la humanidad, aun posee la capacidad de aportar mucho más al país como yacimiento minero, y entonces queda la pregunta flotando en el aíre ¿Patrimonio o Oportunidad?, y el debate sigue vigente.

Por un lado se tiene la opinión de expertos que consideran al Cerro Rico como una completa zona de riesgo, los daños ocasionados por la explotación en interior mina y en la superficie provocan continuamente deslizamientos e hundimientos con mayor o menor insignificancia; entonces si solo es cuestión de tiempo, porque no empezar con la explotación a cielo abierto.

La otra cara de la moneda, destaca el valor simbólico que representa este monumento para Bolivia y en especial para los habitantes de la ciudad de Potosí que están dispuestos a sacrificar los ingresos potenciales de la explotación a cielo abierto por perdurar la historia o al menos lo que queda de ella.

Llegará el día en que alguna de estas dos opciones emerja como victoriosa, mientras tanto la naturaleza y las leyes de la gravedad cobran su tajada de siglos de explotación; como alguna vez tuve la oportunidad de escuchar "si se explotase el Cerro Rico de Potosí a cielo abierto y con la actual tecnología sería posible construir un nuevo monumento artificial tan imponente como el original, con parte de la riqueza que se generaría de esta actividad".